jueves, 18 de febrero de 2010

Un viaje a Ruanda con premio Goya


El malagueño David Muñoz viajó a la república africana para documentar el epílogo del genocidio, lo que le ha valido el galardón al Mejor Corto Documental

Entre la reconciliación de Pedro Almodóvar con la Academia, la primera aparición pública ´oficial´ de Penélope Cruz y Javier Bardem y el triunfo del ´boca-oreja´ de ´Celda 211´ sobre la superproducción amenabariana de ´Ágora´ había una historia de los Goya por contar. La del malagueño David Muñoz López, quien por su ´Flores de Ruanda´ ganó el premio al Mejor Cortometraje Documental. Muñoz López, de 41 años, es un trotamundos –"malagueño afincado en Madrid", suelen denominarle–, economista de formación, responsable de una agencia de publicidad de profesión y contador de historias de vocación. Con su largo ´Crisis asiática´ participó en ZonaZine, el concurso alternativo del Festival de Málaga, pero, de unos años a esta parte, su campo de acción es la no ficción. Una de sus obras, ´Desarrollo humano´, fue seleccionada por el Festival de Cine de Ruanda –el Hillywood, llamado así por las infinitas colinas, ´hills´ en inglés, que ocupan el territorio del país–. Y allí empezó ´Flores de Ruanda´. "Hillywood es un certamen itinerante, un convoy que va cruzando el país de punta a punta con pantallas hinchables. Yo me preguntaba cómo era posible que pudieran tener un proyecto tan naif, tan espontáneo en un país totalmente traumatizado", recuerda Muñoz López, quien evoca una imagen muy especial de aquella aventura: en una nación en la que sólo el 3% de la población disfruta de la electricidad, ver un filme es toda una aventura, especialmente para los niños, que durante las proyecciones descubrían por primera vez las imágenes; miraban inmóviles, incluso durante los frecuentes aguaceros que caen en la zona. El cineasta documentó esas vivencias pero quería llegar a algo más hondo, reflexionar sobre el genocidio ruandés de mediados de los años noventa, sus secuelas y sus epílogos. "En 1994, mataron a 800.000 personas en 100 días, el 10% de la población de la república fue exterminada por un genocidio civil, no ideológico o racista. Fueron los vecinos los que mataron a otros vecinos. Los asesinos, pasados los años, regresaron a sus aldeas, por lo que muchos tienen que vivir día a día, puerta con puerta, y sabiéndolo, con quien mató a sus padres, a sus hermanos...", nos sitúa el malagueño. ´Flores de Ruanda´ se plantea entonces una pregunta: ¿existe la posibilidad del perdón y la paz? Un interrogante que podemos aplicar a muchos conflictos fratricidas no tan lejanos. La conclusión: "Los ruandeses están traumatizados pero siguen adelante de alguna forma. No tienen otro remedio: o tiran hacia delante o vuelven a autodestruirse". Diputación. Los 24 minutos en que fructificó la aventura ruandesa ya le valieron al cineasta el premio al Mejor Corto Documental en el VIII Certamen de Cortometrajes Andaluces de la Diputación Provincial de Málaga, un ojeador de talentos de probada eficacia. Y en el patio de butacas de la pasada ceremonia de los Goya, la de los récords y las fotos impresas en papel ´couché´, ahí también estaba David Muñoz. "Lo viví de una manera muy emocionante, la verdad. Cuando te nominan, los amigos y los conocidos logran ponerte tan nervioso que parece que tu vida dependa del sobre donde está el nombre del ganador...", apunta el cineasta, quien evoca que subió al escenario, "soltó un discurso aprendido" y cogió el premio antes de que se lo "quitaran". De momento, Muñoz ha notado el ´efecto Goya´: "Éste es un trabajo muy solitario, tan lento, que simplemente que te feliciten y te reconozcan te anima. Espero, además, que sea una tarjeta para el futuro, para buscar ayudas y más garantías en mis futuros proyectos".


Fuente: Víctor Gómez - La Opinión de Málaga

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