jueves, 11 de junio de 2009

José Losada 'Carrete' baila este viernes en el auditorio de la Diputación la palabra recitada de José Luis Ortiz Nuevo


Se puede ser mediocre, técnicamente correcto y hasta sobresaliente en las formas. Pero no se puede ser Carrete. Inclasificable, único e inmenso, José Losada ha vivido por el flamenco y el flamenco es su savia. Hace dos años José Luis Ortiz Nuevo le preparó un espectáculo a su medida, Yo no sé la edad que tengo, autobiográfico, sincero y con el que el veterano bailaor puso en pie al público del Cánovas en el arranque de la Bienal. Ha pasado el tiempo pero este gitano nacido en una era de la Venta de Zafarraya de un año cualquiera continúa dando guerra. Mañana volverá a demostrar que lo suyo es arte sin aditivos en Carrete íntimo, un nuevo montaje que lleva al auditorio de la Diputación por tarantos, bulerías, alegrías y tientos."Me salgo de mis casillas", sentencia Carrete. Lacónico y con esa manera de verbalizar el mundo que le tocó vivir. Junto a él, el flamencólogo Ortiz Nuevo vuelve para recitar su azarosa vida. Porque Carrete quiso ser Fred Astaire desde que de pequeño se escondía "con un batata" entre las butacas del cine, convencido de que el actor "bailaba por bulerías", afirma.Eran otros tiempos y artistas como él pasaban hambre de verdad y dormían al releJustificar a ambos ladosnte por un arte que ha acabado dándole de comer 60 años. Aún se siente "con fuerzas" y su séquito de admiradores crece en cada actuación. Sin ir más lejos, Rufus Wainwright el año pasado en su visita a Málaga le vio bailar y se enamoró de su surrealismo. Tanto es así que se ha puesto en contacto con él para invitarle a amenizar la apertura de una galería de arte en Nueva York. Único.


Fuente: Rocío Armas - Málaga Hoy

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