El Auditorio de Málaga sigue su curso, pero abrirá con al menos dos años de retraso

El proyecto básico del palacio de la música incorpora nuevos espacios y eleva el presupuesto hasta los 81 millones de euros.

El vuelo AGP 20:12 cobra altura, pero llegará con retraso. Así se llama el proyecto que dará forma al Auditorio de Málaga. Aunque el equipamiento se levantará frente al mar, en la explanada portuaria de San Andrés, los arquitectos Agustín Benedicto y Federico Soriano bautizaron a su criatura inspirándose en el aeropuerto malacitano (AGP en su código aeronáutico) y en la fecha de apertura prevista (2012). Pero igual hay que cambiarle el nombre al retoño.
Porque la reunión del Consejo Rector del consorcio del auditorio celebrada ayer en Málaga dejaba una sensación ambivalente. Agridulce. De una parte, las cuatro instituciones de tres administraciones distintas reunidas en esta entidad (los ministerios de Fomento y Cultura, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la capital) incidieron en el acuerdo unánime con el que aprobaron el proyecto básico de esta actuación. Y sin embargo, la mera cuenta de la vieja recordaba por su parte que el palacio de la música abrirá, como mínimo, con dos años de retraso.
El efecto dominó que lleva a esa conclusión se resume así: ahora los arquitectos tienen hasta el 1 de diciembre de 2010 para presentar el proyecto de ejecución, luego se sacará a concurso y se adjudicará la obra (lo que consumirá, como poco, buena parte de 2011) y por último empezarán los trabajos. Una construcción que ya en un primer momento contaba con un plazo de 33 meses (más de dos años y medio, contando a partir de 2012). Y ese horizonte, a buen seguro, se alejará un poco más en el tiempo.
Más metros, más dinero
La razón es muy sencilla. Durante la elaboración del proyecto básico, el Auditorio de Málaga ha ganado equipamientos, ha aumentado su superficie (de los 21.000 metros cuadrados previstos en el anteproyecto hasta los 34.821 metros aprobados ayer) y por ambos motivos ha incrementado su presupuesto desde los 55 hasta los 81 millones de euros «estimados» ahora.
El consorcio y los arquitectos se enfrentan por tanto a un espacio más ambicioso y complejo que el previsto en un primero momento. Y a más envergadura, más tiempo de obras y más inversión. Los tiempos y los dineros quedarán fijados en el proyecto de ejecución que se deberá presentar en menos de un año, tal y como adelantó ayer el Consejo Rector en un escueto comunicado.
En la misma nota, los representantes de Fomento, Cultura, la Junta y el Ayuntamiento de la capital anunciaron que el documento «introduce una serie de mejoras referidas a los accesos y áreas de público, la sala principal, la sala de cámara, las áreas de intérpretes y futura sede de la Orquesta Filarmónica de Málaga, el escenario y las áreas técnicas y la acústica».
Cambios en la sala principal
Unas modificaciones que el arquitecto Agustín Benedicto concretó un poco más. «El edificio es más grande que el que se planteó en un primero momento porque suma nuevos espacios: una de ensayo para ballet, vestuarios para figurantes, tres salas de ensayo para coros o una sala de ensayo para la escena de las representaciones líricas que tiene casi las mismas dimensiones que el escenario de la sala principal».
En ese mismo espacio se produce otra novedad. «Se ha reducido la distancia entre el patio de butacas y la escena, de modo que no hay ninguna localidad a más de 40 metros», apostilla Benedicto. Una modificación que provoca a su vez la reducción del aforo para ver óperas: de 1.800 butacas se pasa a 1.750. Cuando actúe como sala de conciertos, habrá 1.900 asientos. Nada que ver con la oferta escénica actual.

LAS CIFRAS
81 millones de euros es el presupuesto «estimado» del auditorio, que crece desde los 55 millones iniciales.
34.821 metros cuadrados ocupará el palacio de la música, frente a los 21.000 metros previstos en el anteproyecto.
1.750 butacas tendrá la sala principal cuando se representen óperas. La cifra supone una reducción de 50 localidades.

Fuente: Diario Sur