´Le doy gracias a Dios por esta vida y haber donado las obras´

Manuel Mingorance Acién tiene 89 años y una sabiduría infinita. El pintor malagueño se marchó a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) a los 25 por una beca del Ayuntamiento de Málaga, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Pero Málaga ha estado siempre muy presente en su corazón. Tanto que en estos días se ha producido la más generosa donación de un artista a Málaga. Este malagueño, nacido en un corralón trinitario situado en la calle Churruca en 1920, reafirmó su voluntad de donar a la ciudad que lo vio nacer su extenso legado artístico, formado por 369 pinturas y lienzos, 209 dibujos enmarcados y 8.676 dibujos en diferentes carpetas, además de 24 grabados y nueve obras de otros artistas, entre ellas dos bocetos y un óleo sobre lienzo de Félix Revello de Toro de los años cuarenta.La mitad de esta donación se encuentra ya en Málaga, donde Mingorance pasa ahora unos días recordando su infancia humilde y sus inicios en el mundo de la plástica, ayudando en el taller de pintura "de brocha gorda" de su padre: "Se puede decir que nací en este taller de pintura porque desde muy pequeño conocí y aprendí el manejo de los materiales", explica Mingorance con su serena mirada. Y Manuel Mingorance se convirtió en un auténtico inventor de técnicas, soportes y materiales artísticos; de sus manos nacieron nuevas formas de expresión a través del óleo, temple al huevo, tinta china, lápiz de grafito, sanguina, lápiz sepia, carboncillo, aguada, acuarela, lápices de colores, grisalla... Un alquimista de los materiales, cuyo resultado de todas sus investigaciones se recopiló en el libro ´Tratado sobre mis materiales en la pintura´, que editó el Ayuntamiento de Málaga. Aquí demuestra su estudio concienzudo de distintas soluciones estéticas, como especialmente el temple de huevo y su composición de pintura al óleo. En palabras del concejal de Vivienda, Diego Maldonado, albacea testamentario de la donación, la actual sala de exposiciones Denis Belgrano, situada en el Mercado de la Merced y perteneciente al Distrito Centro, pasará a llamarse Sala Manuel Mingorance Acién, en memoria a su difunta esposa, Lucía Mingorance. En este espacio se organizarán diversas muestras temporales con el contenido de la donación, para lo que el profesor de la Universidad de Málaga Enrique Castaños se ha encargado de realizar el inventario de la colección y será el comisario de las próximas exposiciones. Esposa. Los ojos se le llenan de lágrimas a Mingorance al hablar de su esposa Lucía. "Admiro la belleza femenina por encima de todo. Sin una mujer, la vida es un fracaso, y la mía siempre ha sido y será Lucía", destacó el creador, que se muestra muy orgulloso por haber cedido su colección particular a su ciudad, aunque aseguró con "total franqueza": "Mi deseo es morirme y reencontrarme con mi esposa, que está enterrada en el municipio madrileño de Soto del Real. Me tengo que desprender de la vida porque es inevitable, pero le doy gracias a Dios por haber vivido tantos años y por hacer todo lo que hecho, como esta donación", observó Manuel Mingorance.

Fuente: La Opinión de Málaga