domingo, 24 de mayo de 2009

La profesora de Historia Antigua de la UMA Clelia Martínez Maza rescata en un libro a la filósofa y astronóma Hipatia


Egipto aún era una provincia romana y, pese a que los dioses paganos eran todavía la religión oficial, había también numerosos judíos. Mientras, los cristianos, aunque perseguidos, eran cada vez más numerosos. En ese convulso mundo, tras un enfrentamiento entre paganos y cristianos, éstos, con el permiso del emperador de Roma, se harán con las riendas de la ciudad y destruirán los numerosos tesoros de la biblioteca. Hipatia, con la ayuda de sus discípulos, entre ellos Orestes y su esclavo Davus -que se disputan su amor- tratará de preservar el conocimiento acumulado durante siglos a la vez que se interroga sobre las órbitas celestes.
Básicamente sucedió así. Salvando algunas distancias. Al fin y al cabo, es una película. La última de Alejandro Amenábar, 'Ágora'. En ella, el cineasta rescata a Hipatia, filósofa, astrónoma y matemática de la Alejandría del siglo V que murió asesinada por una muchedumbre de cristianos dirigida por el ambicioso obispo Cirilo.
Aprovechando el estreno del filme -será en septiembre, aunque el pasado domingo fue recibida en Cannes con una gran ovación-, La Esfera de los Libros ha querido indagar un poco más en la figura de aquella mujer pionera en el primer libro que reconstruye su historia, 'Hipatia', con la firma de Clelia Martínez Maza, profesora titular de Historia Antigua de la Universidad de Málaga (UMA). «Aunque no es muy conocida para el gran público, fue una figura excepcional», dice la especialista, que intenta aportar una completa visión tanto de Hipatia como de su época.
Algunas diferencias
Ahí difiere un poco de la superproducción de Amenábar: «Por lo que he visto, creo que la reconstrucción escenográfica y la recreación del ambiente son estupendas, pero, como ficción, no recoge la realidad histórica tal como ocurrió, tampoco tiene que hacerlo. Lo importante es que pone en valor la figura de Hipatia». Por ejemplo, recuerda Martínez Maza en su libro que la filósofa no tenía interés por las relaciones afectivas y se mantuvo casta y virgen hasta su fin. «Tenía enamorado a un alumno, pero ella intentó frenar sus impulsos mostrándole una compresa con sangre menstrual para enseñarle que lo carnal no es bello», observa la profesora sobre «la primera mujer y única de la historia grecorromana que ejerció la filosofía».
Maestra de una selecta escuela de aristócratas y dedicada a la investigación -«un campo hasta entonces vetado a las mujeres», según Martínez Maza-, Hipatia no era bien vista, a pesar de ser neutral. «Creían que, como mujer, ocupaba una posición que no le correspondía y que usaba la magia negra y la brujería», advierte.
Una amenaza
Según sus datos, la filósofa tenía una buena relación con los judíos y los cristianos. Pagana de formación religiosa, se consideraba una buena negociadora, «por eso el obispo Cirilo la veía como una amenaza». Porque, como destaca Martínez Maza, la Iglesia quería el monopolio en aquella época. De hecho, no sólo reinaba en Alejandría el conflicto religioso, sino también la rivalidad política y socioeconómica. Y el obispo quería consolidarse como líder.
Así lo descubre la autora en 'Hipatia', donde recrea la vida de la ciudad del Faro y la Biblioteca, y aquella tensa atmósfera en la que se movían los centros de poder y las pasiones de todos los personajes relacionados con el crimen que provocó el fin de la Antigüedad. Y con él, el del mundo clásico, la libertad de conciencia y la búsqueda de la belleza y la armonía que promulgaba Hipatia. No hay que olvidar, como subraya Martínez Maza, que la filósofa veía en la sabiduría una fuente de perfección. Tal es su aportación e influencia que desde la Ilustración ha sido rescatada como símbolo de la razón.
«Es difícil hablar de ella porque los datos sobre su vida son escasos y los que hay sólo se refieren a su muerte», constata la profesora, especializada en el estudio de los cultos mistéricos y su relación con el cristianismo, y en la cristianización de la religiosidad pagana entre los siglos IV y VI. Así, Martínez Maza no sólo traza la vida de Hipatia, sino también su contexto y cómo Alejandría recobra la calma tras el asesinato de esta pionera, calificada por muchos como una 'mártir de la ciencia'.


Fuente: Diario Sur

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